miércoles, 14 de abril de 2010











El trabajo “ Hay un hombre en mi jardín” juega con la alteración de lo que comúnmente llamamos sombra, proponiendo con ello el desvanecimiento de lo que convencionalmente llamamos realidad. La dinámica inicial y lógica de la sombra , como espacio de exhibición de lo vacio de contenido, queda desplazada cuando, interrumpiendo un jardín oscuro, vacio despoblado , surge la siempre provocadora fisura. En el abismo de lo oscuro, fluye la existencia para que surja un espacio de realidad , que valorizado, brota dentro de la desplazada sombra.

El deslizamiento , a la vez natural y furtivo, que este trabajo nos hace experimentar, desde el común relato de lo oscuro hacia otros estratos de la(s) realidades(s), hacia el sitio donde está esperando la otredad vertiginosa, sólo puede ser sentido y seguido por aquellos que estén dispuestos a renunciar a lo lineal, y , lejos de ensimismarse en lo insólito, deseen asumir que, si algo es indudable en esta propuesta, es la posibilidad de una nueva visión de los seres y de las cosas, otra posibilidad de vivir el espacio y la materia.

La existencia es celebrada, como diría Olga Orozco, en su desproporción y su desorden; provocada, con el insulto de trozos de desconcierto, de vida, de penumbra.


sábado, 10 de abril de 2010



























Dentro esta investigación se busca un proceso que nos permita generar una imagen difusa y a la vez cotidiana, que sea débilmente identificable. Todo esto tan solo como herramienta posible que nos permita mostrar un relectura en torno a la imágenes presentes en la sociedad además de una limpieza, un despertar de la anestesia de la vida urbana.


La propuesta plástica a desarrollar consiste en traspasar dichos estados descritos de incomunicación, o su debilitamiento, a un estado matérico concreto que permita poner al espectador en frente de una situación material difusa, que lo interpele, que induzca en él la necesidad de detenerse a observar y comprender la imagen expuesta bajo la ceguera.El proyecto se diseña en dos parte la primera tiene relación con el soporte a utilizar, los bastidores con tela a utilizar serán en su totalidad fabricados con tela estampada de fabrica y producto de la imprimación común del soporte se buscara borrar su diseño original, con sucesivas capas de imprimante produciendo así: una serie de niveles de blancura producto del estampado que vuela al blanco propuesto. En este sentido los bastidores pequeños serán los testigos de dicho proceso donde cada uno será un punto del proceso, el primero con una capa, el segundo dos, y así sucesivamente de tal manera que sean reflejo del proceso realizado a la tela mayor. Una vez resuelto este proceso de imprimación, la tela que ha vuelto al blanco, mas no original, será vuelta a pintar con la fotografía 1 (imagen adjunta), la cual al igual que la tela ha sido alterada digitalmente desde una fotografía común de una planta en un macetero hasta llevarla a una imagen , difusa , brillante y poco contrastada con el fin de imponer una gran dificultad al ejecutor en relación de ver lo que pinta , esta fotografía alterada se convertirá en una trampa que busca el impedimento de su reproducción pictórica , en un estado de ceguera para el pintor , forzando al máximo la relación básica del ver-pintar.

Y producto de todo esto, se busca poner al espectador en la misma sensación de incertidumbre, de dudar sobre lo que veo y por tanto buscar ser conciente de ello. Y provocar así una sustantiva intención de VER, producto de la imposibilidad impuesta de comprender lo que ve. Una ceguera que produzca una relectura en torno a las imágenes.